Patrimonio Natural

PARQUE NATURAL DUNAS DE LIENCRES. 
EL CAPRICHO DEL VIENTO.



Situado en la margen derecha del río Pas, su formación dunar constituye uno de los enclaves de mayor interés ecológico del litoral cantábrico. Liencres conforma una zona de gran belleza cuyo principal agente modelador ha sido el viento, siendo sus valores más destacados de tipo geomorfológico y paisajístico.

Desembocadura del río Pas
En la desembocadura del río Pas, y a pocos kilómetros de Santander, se encuentra el sistema dunar más extenso e importante del litoral peninsular. Posee un gran interés paisajístico y un valioso ecosistema cuya escasa vegetación ha tenido que especializarse y adaptarse al ambiente salino. Este espacio natural protegido, el primero de Cantabria y situado en la zona central del litoral regional, en el municipio de Piélagos, nos presenta una formación dunar, considerada como una de las más importantes del norte de España, presentando unas especiales características ecológicas y paisajístas. El origen de esta acumulación de arenas se debe a la confluencia de la corriente litoral con la del río Pas, dando como resultado la disminución de la velocidad de ambas y el deposito de los sedimentos que arrastran, que son depositados por los vientos dominantes de oeste y noroeste hacia el interior del campo dunar.

Playa de Valdearenas y Pinar
Este espacio protegido incluye la playa y el campo de dunas de Liencres, así como el pinar de repoblación asentado sobre buena parte de las dunas fijas. Con una extensión que no alcanza los 2 kilómetros cuadrados, se localiza en una zona de excepcional interés natural, flanqueado por la agreste y bellísima costa de Liencres, y por la desembocadura del río Pas (ría de Mogro). Aquí se encuentra el arenal más importante del litoral norte, y alberga un ecosistema con una vegetación, además de muy escasa y especializada, con un grado de naturalidad elevado y una extensión considerable. 

Dunas de Liencres
Entre los años 1949 y 1973, se realizó una extensa plantación de pino marítimo y en menor medida de pino de Monterrey y pino piñonero dirigidas a la fijación de las dunas terciarias y algunas zonas de las secundarias. También se introdujeron algunos grupos dispersos de eucalipto. La vegetación está formada por plantas adaptadas a las especiales condiciones de escasez de agua y terreno arenoso, destacando el cardo de mar, la cola de conejo y la aromática clavelina, entre otras muchas. Sin olvidarnos de citar la interesante orquídea. 

Las Dunas de Linecres son un lugar ideal para la observación de distintas aves, tanto migratorias como invernantes. Dentro de las primeras podríamos destacar el chorlito gris, chorlitejo grande, corelimos común, zarapito trinador, archibebe común y ostrero; y la Garza real, rascón, polla de agua,  las gaviotas reidoras, patiamarillas y sombrías dentro de las invernares.

Playa de Valdearenas y desembocadura del río Pas
También son números los reptiles como lagarto verdinegro, víbora cantábrica o lagartija roqueda y anfibios como el sapo común y salamandras. Entre los escasos mamíferos que habitan esta zona, las especies más frecuentes son los ratones de campo y espigueo, los murciélagos común y mediterráneo. También pueden verse de forma ocasional algunos zorros. 

Vista aérea del litoral de Liencres
Todo esto hace del Parque Natural de las Dunas de Liencres un lugar ideal para para perderse y relajarse en contacto permanente con la naturaleza. Se construyeron caminos y paseos dentro del Parque con la doble misión de servir de cortafuegos y de lugar de expansión y recreo para el público. Además el paraje cuenta con acertadas infraestructuras que permiten armonizar la actividad turística y el respeto y conservación del medio natural.

Olas rompiendo en el litoral
Los temporales que han azotado este invierno el litoral cántabro han dejado una importante huella en la bellísima playa de Valdearenas, allí donde las dunas se entregan al todopoderoso Cantábrico. Impresiona ver la mordida que ha soportado el extremo más septentrional del campo lunar con la última ciclogénesis, la cual se ha llevado por delante casi la mitad de la hilera de dunas contiguas a la playa. Pero nada de esto resta ningún entero a la extrema belleza de este espacio, es una consecuencia de los caprichos de la madre naturaleza, quien sigue garantizando que las Dunas de Liencres y su entorno seguirán siendo uno de los espacios naturales más hermosos del norte. Un lugar único de atardeceres míticos al que los amantes del surf peregrinan devotamente buscando las bravas olas, las mismas que plásticamente atrapan a los amantes de la fotografía.


Este sí es un sitio inolvidable e irrepetible.

José Manuel Gutiérrez


Lagunas de Villáfafila. Paraíso de la aves migratorias.



Las lluvias del otoño cada año hacen revivir las láminas acuáticas que dan vida al paisaje estepario de la provincia de Zamora, una Reserva Natural que guarda entre sus más de treinta mil hectáreas una gran biodiversidad de especies y convierte este ecosistema en uno de los tesoros naturales del país.


Se trata de un oasis en plena Tierra de Campos. Ubicadas a diez kilómetros al oeste de Granja de Moreruela, las Lagunas de Villafáfila conforman un extenso espacio natural repleto de superficies anegadas por el agua como resultado de la impermeabilidad del terreno.


Los amplios horizontes, la suavidad de la orografía y la presencia de campos de cereal y praderas, junto con la presencia estacional de un importante número de aves migratorias, hacen de este lugar uno de los más atractivos de cuantos forman la red de espacios naturales de Castilla y León. Noviembre, febrero y marzo son los meses de mayor esplendor, debido a la concentración de agua y a la elevada densidad de población de aves que eligen este paraje para invernar.

Con respecto a la flora, el paisaje es típicamente de humeral, con cañaverales, espadañas y matorral bajo y, como no, el pino piñonero y zonas de praderas húmedas, en función de la estación del año. Los principales cultivos desarrollados en la zona son de trigo y de cebada.

En cuanto a la fauna, las aves son las grandes colonizadores de este ecosistema. Las avetadas son las reinas de las lagunas y, junto a ellas, conviven las garzas, zapatitos, gansos, averías, grullas, cigüeñas, el aguilucho pálido, laguneros y cenizos, además de milanos reales y negros, cernícalos primilla, espátulas, cercetas carretonas, ánades rabudos y frisos… Mención especial se merece la avutarda, pues aquí se concentra la mayor población del planeta.

En los respecta al resto de especies, cabe mencionar el gallipato, el tritón jaspeado, el sapillo pintojo, el sapo de espuelas, la ranita de San Antonio, la lagartija ibérica, el topo ciego, la culebra viperina, la musaraña común, liebres, el erizo común, zorros y comadrejas.

Al igual que ocurre en toda la comunidad, los palomares salpican y adornan muchos de los paisajes rurales de esta zona. Con unos 120 en total, la mayoría en desuso, estas construcciones cónicas de tejas redondas y escalonadas son un importante reclamo turístico en un lugar en el que las aves marcan el desarrollo y atractivo de la zona.

A trece kilómetros de Villafáfila se encuentra el pueblo de Granja de Moreruela y muy cerca, las ruinas del monasterio de Santa María de Moreruela, uno de los primeros que la orden del Cister fundó en la península.

Como fiesta de interés destaca la taurina del Toro Enmaromado de Benavente y, en lo que respecta a la gastronomía, se pueden degustar ricas tapas, queso de oveja de Villarrín, perdiz escabechada y otros platos como la olla podrida y los asados de cordero y cabrito.




CASA DEL PARQUE.
Ubicada en las mismas lagunas, la Casa de la Reserva El Palomar, ayudan al visitante a entender un espacio lleno de contrastes. En “Conoce la Reserva”  se pueden dar respuesta a las preguntas más recurrentes: quiénes fueron los primeros pobladores de estas tierras, por qué son estacionales las laguna, cuál es el atractivo de este parque para las aves…

Además, a través de una cámara colocada en una de las lagunas se puede observar el comportamiento de algunas aves sin necesidad de perturbar su tranquilidad.

En su mirador hay una vista fabulosa del entorno y en “Parque de fauna”, uno de los recursos interpretativos de la reserva, se recrean ecosistemas comunes en esta zona en determinadas épocas del año por medio de lagunas artificiales. El “Rincón de la memoria” es un lugar para recordar tiempos y tradiciones pasadas. Por último, un audiovisual de quince minutos de duración repta todas las características que hacen de la reserva un lugar irrepetible: su espacio, su flora y su fauna, sus habitantes, la vida cotidiana en los alrededores…

José Manuel Gutiérrez.

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